La élite de izquierda

Cada vez hay menos libertad y menos democracia. El dogma, la censura y la intolerancia reinan en los países que antes tenían un régimen democrático. ¿A qué se debe este notable retroceso?

La política estuvo siempre en manos de una élite y los políticos estuvieron siempre desconectados de los votantes, por lo que la democracia completa está aún por conseguir. Pero el camino hacia ella está obstaculizado por los que  quieren controlar todo e imponer la dictadura mundial. Y en esa tarea está colaborando y prestando ayuda ¨moral¨  la élite de izquierda que da preferencia a las minorías sobre las mayorías y actúa, por tanto, en contra de la democracia.

La élite política era antes la derecha en general, por la superioridad social, económica e intelectual que solía tener frente a una izquierda formada por gentes de los estamentos menos altos de la sociedad. Pero, desde hace varias décadas, la élite es la izquierda universitaria. Esa élite cree que tiene superioridad moral porque en teoría está del lado de los desfavorecidos, pero apuntarse a una causa, por meritoria que sea, no hace más bueno ni más moral a nadie y puede servirp para encubrir lo malo.  Atribuirse superioridad moral llevó a las autoridades eclesiásticas a venerar la pobreza y la humildad en teoría y buscar el poder y la riqueza en la práctica. Y llevó a la izquierda a actuar con engreimiento y a distanciarse por completo de la gente corriente y del pueblo al que decía servir.  

La élite de izquierda  está promocionando una cultura de hipocresía y cultivo de las apariencias que, junto con la censura y la represión de la libertad en nombre de lo bueno y lo correcto, a lo que más recuerda es a la Inquisición.  La política de lo ¨correcto¨ es antidemocrática porque sustituye la buena información y  el análisis riguroso de la realidad por la falsa apariencia y la aceptación obediente de la norma impuesta desde las alturas. El lenguaje remilgado, la beatería y el pensamiento gregario y nihilista forman la base del catecismo de la falsa virtud que se está imponiendo a la fuerza y promulga los dogmas de la igualdad, la sostenibilidad, la inclusión y el generismo.   

Todos los que niegan los dogmas dictados desde la superioridad moral son herejes a los que hay que aniquilar. Se siembra el miedo y se usan la condena y la supresión para confundir y desanimar. En nombre de la igualdad se practica la desigualdad y se inhabilita a los que valen para aupar a los incompetentes, el culto a la sostenibilidad sirve para hundir a los que de verdad trabajan y para hacerse con tierras y propiedades ajenas, la devoción al generismo fomenta la deshumanización y en nombre de la inclusión se excluye todo lo que no quiera permitir la nueva Inquisición en que la izquierda colabora con moralismo santurrón. La economía, como hizo la Inquisición también, se destruye para que sólo puedan tener poder y dinero unos pocos y no se vean obligados a repartir los bienes del mundo con la gente corriente, que deberá estar encerrada y sin poder ganarse la vida para que no moleste.

¿Cree la izquierda que la democracia es mejor que la dictadura o cree que hay dictaduras malas y dictaduras buenas? ¿Cree que la gente tiene derecho a pensar, sentir y decidir o cree que sólo la élite puede hacerlo y que al pueblo le corresponde obedecer a los superiores? ¿Cree que la censura y el adoctrinamiento impiden la información a la que todo el mundo debería tener derecho, o cree que las masas son más felices dejando que decidan por ellas los infalibles? ¿Cree que todos los problemas se pueden resolver de un plumazo, desde arriba y para siempre? ¿O cree que nunca se resuelven del todo y hay que seguir pensando y analizando porque el mundo cambia y nadie es perfecto, y que por eso el debate democrático y la libertad de expresión son esenciales para no retroceder? ¿Podría ser que la misantropía típica de los que quieren un mundo sólo para los dominantes sea también lo que caracteriza a esa élite de izquierda condescendiente y presuntuosa que está colaborando con entusiasmo en la tarea de deshumanizar y dejar a la gente corriente sin nada para que lo tengan todo los ricos y poderosos?

La izquierda lleva muchos años y muchas décadas sin pensar y actuando con incoherencia y automatismo. Debería partir de que nadie puede tener superioridad moral y recordar que los que más daño hicieron en el mundo fueron los que actuaron como si la tuvieran.

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