Para que haya democracia

¿Es mejor la democracia o la dictadura? Quizá hayamos llegado al punto en el que, o decidimos que es mejor la democracia que la tiranía, o dejamos que vaya a más el retroceso que se está viendo en todo el mundo causado por una política poco o nada democrática y unos políticos de mala calidad que no quieren ni saben pensar y parecen los perros guardianes de los ricos y poderosos.

En estos momentos la gente corriente, el ¨pueblo¨, los votantes son mucho más maduros e inteligentes que los políticos, aunque estos los traten como menores de edad e incapacitados eternos. La gente quiere que los políticos sean honorables, inteligentes y valientes, y tienen razón en quererlo, porque sin eso no puede haber democracia. La falta de honorabilidad trae sordidez y corrupción, los tontos se dejan manejar por los aprovechados, y para actuar con honor e inteligencia hay que tener valentía.

¿Qué es lo que falta para que haya democracia? Lo que falta, y no habrá si no se hace un gran esfuerzo para que lo haya, es que se dé importancia a cada persona que viene al mundo y se eduque para que todos puedan alcanzar la independencia y el dominio de sí mismos, en vez de quedar en la la dependencia perpetua y con las facultades mermadas. Y para eso habría que cambiar el sistema autoritario que se impuso en el mundo, que decretó que la inmensa mayoría nacía para ser insignificante y hacer lo que le mandaban, y que sólo tendrían derecho a la libertad y al perfeccionamiento de las facultades los superiores natos, destinados a ser autoridades.

Las estructuras de fondo siguen siendo autoritarias aun dentro de los sistemas democráticos y no permiten dar importancia a cada persona desde que nace. El mundo empezó a funcionar mal cuando se decidió que los hijos eran para los padres y no los padres para los hijos. La familia no hizo labor de creación y se convirtió en una institución rutinaria cuya misión era mutilar y domar. Como de lo que se trataba era de entronizar la jerarquía y el mando de unos cuantos sobre los demás, se decidió que en ese modelo de familia el padre fuese la autoridad absoluta con derecho divino sobre las mujeres y los hijos, y la madre se dedicase a hacer de los hijos continuadores devotos de la institución. Lo que contaba era la familia como institución, no los que la integraban. Ese patrón se repitió en toda la sociedad y dio a las instituciones poder y preferencia sobre las personas: las personas eran para las instituciones y no las instituciones para las personas. El cristianismo tendría que haber roto ese modelo y puesto siempre a la persona antes que la institución, dado que Cristo no respetó la tradición, desobedeció lo instituido y afirmó que la institución era para las personas y no las personas para la institución. A las iglesias cristianas no les gustó la enseñanza e hicieron todo lo contrario: lucharon por convertirse ellas mismas en institución todopoderosa y quitaron importancia a la persona.

En el funcionamiento de las naciones y los gobiernos se repitió el mismo modelo y ¨la patria¨ adquirió derechos de familia tiránica sobre los ¨hijos¨ sin responsabilizarse de ellos. ¿Cómo va a haber democracia mientras las naciones no sean para los ¨hijos¨ y sean estos para las naciones? ¿No cambiaría el mundo si las naciones se responsabilizasen y aceptasen que su deber era propiciar la independencia de cada uno de sus habitantes?

En el sistema autoritario los estudios fueron siempre para los superiores. A los inferiores no se les instruía ni educaba. Las mujeres no recibían instrucción y se les mantenía en la ignorancia para que la familia no estuviese a cargo de educar y la educación que recibiesen los hijos quedase en manos de las instituciones, que a su vez dependerían de los que gobernaran y mandasen en el mundo en cada momento. En la familia autoritaria los padres y la familia inician el proceso de doma y aplastamiento de las facultades humanas que luego seguirán las instituciones docentes para que de todo ello salgan imitadores rutinarios que se amolden a lo que quieran los que mandan.

Democracia y no dictadura es lo que tendría que haber regido la sociedad siempre, pero se impuso un autoritarismo que rebajó a la mayoría para dar sólo valor a unos cuantos, y eso debilitó a la humanidad y estropeó el mundo.  El mundo está tan mal y tan atrasado, a pesar de los adelantos técnicos y científicos que podrían hacer la vida más grata, porque ese sistema de dominio cercena las posibilidades humanas, que son muchas pero precisan que se valore a cada persona para que florezcan y funcionen bien.

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